ENCONTRANDO LA LUZ
La parcela donde se desarrolla este proyecto se encuentra próxima al faro de Estepona y se sitúa (en parte) frente a la plaza de la parroquia Nuestra Señora del Carmen. Con forma irregular, linda con la Avenida España al Norte, y con un desnivel de tres plantas, con el Paseo Marítimo al Sur.
El faro es sugerente y rico en significados y escritores de varias épocas lo han descrito en numerosas ocasiones como una construcción capaz de despertar sentimientos… El faro aporta seguridad y al iluminar en la noche, nos anuncia que estamos cerca de casa. Y es que un hotel, al fin y al cabo, es un hogar en el tiempo.
Partiendo de esta idea, utilizamos el faro como elemento de composición basándonos en su capacidad para ordenar el entorno y como elemento activo en la configuración del paisaje de costa.
De esta forma, en torno a los tres núcleos de comunicaciones verticales se ordena el edificio y son los verdaderos protagonistas en la configuración de la fachada, con su piel de vidrio inspirada en la linterna del faro. Esta piel de vidrio quiere relacionarse con la ciudad. Durante el día, el vidrio tipo espejo refleja la arquitectura, el cielo y el mar que lo envuelve, y durante la noche, recupera su cualidad más importante, la luz.
Es importante el significado de para qué se construye un faro: para ser visto y permitir la vista alrededor, y es precisamente esto lo que se quiere reflejar en el diseño del edificio, ser visto durante la noche y actuar de mirador durante el día.
A través del porche de acceso al edificio situado en la Avenida España, frente a la plaza de la parroquia, se accede al hall del hotel, espacio proyectado con doble altura, concebido como una gran ventana abierta al mar que nos recibe y muestra el maravilloso paisaje mediterráneo.
Con el fin de perder rotundidad y pesadez en su base, en la fachada norte (Avenida España), la planta de acceso se encuentra completamente acristalada, generando un efecto flotante del edificio, despegándose de la tierra, como si se tratase de un barco navegando en el mar.
Una trama de rombos, continuando con la idea de la linterna del faro, configuran el resto de esta fachada, siendo parte de ellos practicables. La zona de circulación horizontal del edificio, se sitúa abierta a la Avenida España. Rombos opacos y transparentes generan un juego de luces y sombras en los pasillos de acceso a las habitaciones.
Existe un desnivel de tres plantas entre la Avenida España y el Paseo Marítimo y el fondo máximo edificable del edificio es de 15 m. En la crujía que linda con la Avenida España, se sitúan las circulaciones horizontales del edificio, permitiendo que las 200 habitaciones del hotel se sitúen en la segunda crujía, contando todas ellas con vistas al mar. Mientras que la fachada norte es más opaca, con pequeñas aberturas de ventanas y fragmentada por los núcleos de comunicaciones verticales que atraviesan el edificio de norte a sur, la fachada sur, se abre completamente al mar, con amplias terrazas ajardinadas introduciendo la naturaleza dentro del edificio.
En la planta -1, una sala polivalente puede acoger hasta 25 personas para reuniones. Y para dejar atrás las tensiones del día o dejarse cuidar un poco, los huéspedes disponen de una zona de spa con piscina interior, baño turco y sauna en planta -3 y gimnasio en planta -2, además de 2 piscinas exteriores, una en la última planta del edificio y otra a nivel del paseo marítimo rodeada de un jardín frente al mismo.
Particularmente carismáticos son los usos establecidos en la última planta del edificio. En esta planta, se ubica el restaurante y el bar del hotel, rodeado de terrazas para el disfrute de las magníficas vistas al mar y la montaña. Una de las piscinas exteriores del hotel se ubica en el extremo este de la terraza y volando sobre los núcleos de comunicaciones verticales se sitúan unos estanques desbordantes con una plataforma para dos tumbonas en el centro. Esta situación expuesta en la última planta del edificio, convierte a la terraza en un lugar idóneo para fiestas y eventos veraniegos. Con el diseño de este hotel, se pretende ofrecer al huésped una experiencia arquitectónica única.
Bajo la rasante del paseo marítimo, se ejecutan dos plantas adicionales que albergan 142 plazas de aparcamiento y locales técnicos y de servicio necesarios para el correcto funcionamiento del hotel.