Una vivienda inspirada en los valores de siempre, refugio y abrazo. Un entorno privilegiado con magníficas vistas al Mar Mediterráneo, que insta a contemplar y sentir el enclave, a cultivar el alma, enmarcar el paisaje como si fuera una pintura. Un lugar fantástico, e incluso misterioso, sobre todo cuando sopla el viento entre los árboles y la niebla se levanta sobre los mismos.
La relación interior/exterior se amplía a través de los porches para responder al paisaje y al clima y relacionarse con ellos. El acceso a la parcela se produce en el lindero Norte. Debido al cumplimiento de la servidumbre de vistas de la parcela, la planta baja se sitúa 1 m por debajo de la cota de acceso. Nada más entrar, una
escalera entre dos estanques nos conduce a la entrada principal de la vivienda enmarcada por olivos.
El aparcamiento se sitúa junto al lindero Oeste, desde el cual se puede acceder a la entrada principal, a la cocina o, a través de unas escaleras exteriores, al nivel inferior, donde se desarrolla la zona de invitados y cuartos de servicio. Tras la puerta principal de la vivienda, se abre una gran ventana que nos muestra la belleza natural que envuelve la casa, con la luz filtrándose a través del amplio ventanal.
La escalera situada en el hall, con peldaños volados, filtra la luz y la vegetación a través de sus dos fachadas acristaladas. Junto a ella, se sitúa el aseo de invitados y un armario para abrigos. Al otro lado, hemos utilizado un pequeño espacio como oficina, con paneles correderos que permitan la intimidad en caso de ser necesario.
En planta baja, el salón-comedor articula el espacio en este nivel. Por un lado, tenemos la cocina abierta al salón-comedor y por otro lado, el dormitorio principal, con vestidor y baño en suite. La cocina, cuenta con un bar donde disfrutar con los invitados y la familia mientras se cocina y una despensa, camuflada con los muebles de cocina. Tras la cocina, se localiza un aseo y ducha exterior, y frente a la misma el porche barbacoa y comedor exterior.
Cocina-comedor-salón quedan rodeados por un gran porche, lugares de transición entre el interior y el exterior, considerados como fundamentales para la vida cotidiana de la casa, con vistas a la piscina infinity y al paisaje. Frente a la barbacoa se encuentra el chill-out, desde donde enriquecer la experiencia visual del espacio exterior.
Todas las estancias disponen de grandes ventanales orientados al sur, intentando aprovechar la luz natural al máximo, incluso en el nivel inferior, consiguiendo que el exterior se cuele en el interior, dejando entrar el entorno verde dentro de la casa.
En el nivel inferior, se sitúa la zona de invitados de la vivienda, con acceso exterior independiente, si así se desea. Cuenta con cuatro dormitorios con baño en suite, abierto a través de paneles de vidrio al dormitorio para captar luz natural. Todos los dormitorios cuentan con porche exterior cubierto. En el centro de este nivel, se sitúa una sala para TV-música y un gimnasio, que captan luz natural a través de la escalera y de la ventana abierta a la piscina. Completan este nivel, un aseo de cortesía, lavadero, trastero y cuarto técnico.
Opcionalmente, bajo el vaso de la piscina, podría situarse un almacén extra y posible ampliación del cuarto técnico si así se requiere.
Hemos optado por un diseño que se integre en el paisaje en lugar de sobreponerse a él. A pesar del carácter macizo de la construcción, proponemos revestir parte de la fachada con finos listones de madera, pintados del color de los troncos de los árboles y parte en piedra similar al color de la roca del entorno, evocándolos. El foco no está sólo en la casa, también lo está en la naturaleza que lo rodea.