En el volumen más elevado, un porche nos da la bienvenida y desde el hall accedemos al corazón de la casa: el salón. Este queda dividido en dos zonas a su vez: Una zona a doble altura desde la que contemplar el jardín y la piscina, y el comedor, con acceso directo a un porche exterior que comunica con el estanque.
Estar, comedor y cocina comparten un mismo espacio, espacios abiertos y fluidos conectados con el exterior. Junto a la entrada se localiza el guardarropa y el aseo de cortesía.
A continuación del salón, se sitúa la sala de piano, con un gran ventanal en esquina que abre hacia la piscina y el estanque, un lugar especial para componer y tocar.
Junto a la piscina, un pequeño pabellón aloja la barbacoa, con vistas hacia la piscina infinity y el jardín inferior.
La zona de noche se sitúa en planta alta y la componen tres dormitorios. El dormitorio principal se concibe como un único espacio abierto al baño y vestidor, rodeado por una terraza en todo el perímetro desde la que contemplar el mar mediterráneo al fondo. Los otros dos dormitorios comparten baño y terraza.
La planta sótano se encuentra dividida en dos zonas. Al bajar las escaleras llegamos a la zona de gimnasio y spa la cual queda iluminada a través del patio inglés. Junto a la misma, se sitúa la sala de música y un dormitorio para invitados con baño. Bajo el volumen inferior, se encuentra la zona de servicio de la vivienda, donde se ubica el cuarto técnico, lavadero y trastero.
Muros y revestimientos, blancos y negros, inspirados en las teclas de un piano, donde la geometría de la vivienda es fruto de la forma y pendiente de la parcela, creando espacios de gran riqueza visual, enfocados a las vistas hacia la piscina y el estanque, con el mar al fondo, consiguiendo como resultado un paraíso musical.
